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Llega la menopausia: ¿cómo afrontarla? Cuidados y tratamientos

30 enero, 2019

Llegar a los 50 es para muchas mujeres una barrera psicológica que les preocupa y que afecta de forma negativa a su autoestima debido, en parte, a esa presión social que exige perseguir la eterna juventud para lograr la felicidad, a los numerosos cambios hormonales y físicos que se producen en su cuerpo y a causa de los molestos síntomas que acompañan y vaticinan la paulatina llegada de la menopausia.

Por lo tanto, para afrontar y cuidarnos mejor durante esta nueva etapa, el equipo de Arnott Ginecólogos te ayudará a conocerla más a fondo.

¿Qué es la menopausia?

Se trata de un periodo fisiológico connatural a la mujer que se caracteriza por experimentar cambios hormonales que conducen al cese permanente de la menstruación. Durante esta etapa, que se inicia aproximadamente entre los 45 y 55 años, los ovarios dejan de producir óvulos, reduciendo considerablemente los niveles de estrógeno y progesterona.

La disminución de estas hormonas femeninas, encargadas de facilitar la reproducción femenina implica por un lado, que se activen los síntomas vinculados a la menopausia y por otro lado que finalice la etapa fértil en la mujer.

Síntomas y efectos principales de la perimenopausia

No cabe duda de que ciertas sintomatologías asociadas a la menopausia pueden resultarnos muy incómodas pero no por ello debemos dejar que nos influyan o condicionen nuestra vida. En este aspecto, cada mujer es un mundo, por lo que no todas sufrimos los mismos síntomas ni los sentimos con la misma intensidad. A continuación te señalamos algunos de los efectos más comunes:

Reglas irregulares. A partir de los 40 años se inicia la llamada perimenopausia, etapa en la que empiezan a aparecer los primeros síntomas. En este periodo es habitual que las reglas se vuelvan más cortas o más largas, menos o más abundantes, e incluso que haya meses en que la menstruación ni siquiera baje.

Sudoración, bochorno y calores nocturnos. Se trata de molestas sensaciones de calor, muchas veces de carácter intenso que aparecen de repente durante la noche y que afectan sobre todo a la cara y a la parte superior del cuerpo. Suelen durar pocos minutos.

Insomnio o sueño interrumpido. Es bastante habitual que durante este periodo exista cierta dificultad para conciliar el sueño, que te despiertes varias veces a lo largo de la noche o incluso que sufras de insomnio.

Disminución del deseo sexual. Los síntomas físicos y emocionales de la menopausia, la reducción de la sensibilidad en nuestras zonas íntimas, unido a la falta de elasticidad y sequedad vaginal, son en parte responsables de que sintamos molestias durante las relaciones sexuales, que baje la libido y en consecuencia el interés por el sexo. Una vez que los síntomas desaparecen es probable que vuelva el impulso sexual y que disfrutes de las relaciones íntimas plenamente.

Infecciones de orina. Otro de los síntomas son las infecciones urinarias o de vejiga que se vuelven más frecuentes, lo que provocará que tengas que ir al baño más a menudo.

Cambios en el estado de ánimo. Los cambios hormonales pueden afectarnos a nivel psicológico provocándonos en ocasiones, tristeza, incluso cuadros de ansiedad, depresión, irritabilidad o cansancio.

Huesos más débiles. Es posible que tus huesos se debiliten durante la menopausia e incluso que deriven en osteoporosis, si no añadimos mucho calcio y vitamina D a nuestra dieta para ralentizar el proceso.

 

Tratamientos y cuidados caseros para la menopausia

A medida que vamos entrando en las etapas de la perimenopausia y menopausia, el cuerpo va dejando de producir ciertas hormonas femeninas, lo que induce a que los síntomas típicos y sus consecuencias aparezcan y nos agobien. Por tanto, para aliviar y reducir sus efectos es necesario que acudamos a nuestro ginecólogo de confianza para que nos aplique el tratamiento más adecuado. Estos son algunos de los más utilizados.

Terapia hormonal sustitutiva. Es uno de los tratamientos más utilizados que se administra a base de medicamentos, similares a las píldoras anticonceptivas, incluso en forma de parches o de anillos vaginales y que sirven para reemplazar las hormonas que el cuerpo de la mujer deja de producir.

Debido a que, en ocasiones,  seguir este tipo de terapias de forma prolongada puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiacas o de cáncer de pecho, se recomienda en primer lugar, aportar al médico tu historia clínica y familiar completa y en segundo lugar, tomar dosis bajas y por poco tiempo. Estos son los dos tipos de terapia que existen:

Con estrógenos. Es la mejor opción, si te has tenido que someter a una histerectomía (extracción del útero) y para combatir los calores nocturnos además de la sequedad vaginal.

Terapia combinada. El tratamiento consta de estrógeno y progesterona artificial, que tomados juntos, ayudan a prevenir el cáncer de útero y de colon.

Medicamentos para prevenir o tratar la osteoporosis. Estos fármacos junto  a la toma de suplementos vitamínicos ayudan a fortalecer los huesos, reducir la disminución de la masa ósea y a mitigar el riesgo de fracturas.

Lubricantes vaginales. Son perfectos para reducir las molestias y el dolor durante las relaciones sexuales.

Seguir una dieta equilibrada. Es preferible consumir mucha fruta, verdura y cereales integrales y reducir las grasas saturadas, azúcares y aceites. La soja es un alimento rico en fitoestrógenos ideal para reducir algunos síntomas.

Evitar el tabaco, alcohol y la cafeína. Además de aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de cáncer, incrementa los sofocos, la osteoporosis, dificulta el sueño y adelanta la edad de la menopausia.

Practicar mucho deporte y técnicas de relajación. Hacer todo tipo de ejercicio de forma regular, practicar técnicas de respiración o relajación muscular además de la realización de ejercicios Kegel, específicos, para fortalecer el suelo pélvico y evitar la incontinencia urinaria, nos ayudan a mantenernos sanas física y mentalmente, protegernos contra enfermedades asociadas a la edad y a mejorar nuestro estado de ánimo.

 

¿Cómo afrontar la menopausia?

Cumplir años es sinónimo de salud y madurez, de avanzar y de crecer, de aceptarnos, querernos y mimarnos para disfrutar intensamente de cada etapa vital.

Por tanto, aunque en ocasiones la menopausia pueda llegar de forma precoz por problemas de salud ginecológica, en términos generales no tenemos por qué temerla ni identificarla con palabras como vejez, dolor o enfermedad, sino aceptarla como un proceso natural y enriquecedor en la vida de toda mujer, que tratada adecuadamente nos permitirá vivir con plenitud.

Así que, si estás empezando a sentir los síntomas normales de la menopausia, no dejes que sus efectos acaben minando tu ánimo. Acude a tu ginecólogo cuanto antes para aplicar el tratamiento que necesitas.

Si tienes más dudas llámanos 985 271 320 y concierta una cita, estamos deseando ayudarte a obtener los cuidado que necesitas y promover la Salud de la Mujer.

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