Se estima que casi el 90 % de las mujeres padecerán algún tipo de vaginitis a lo largo de su vida y, aunque se trata de una enfermedad muy habitual para la salud ginecológica de la mujer, aún es un tema tabú del que se habla muy poco.
Desde Arnott Ginecólogos queremos despejar todas tus dudas para que conozcas a fondo uno de los problemas vaginales más habituales de las mujeres.
¿Qué es la vaginitis?
La vagina segrega una sustancia (flujo) que mantiene húmedo y en perfecto estado los tejidos de la zona, donde conviven además una serie de hongos y bacterias saludables que contribuyen al desarrollo normal de la zona.
La vaginitis es una enfermedad que produce inflamación en la vagina ocasionada por un desajuste en el equilibrio normal de esas bacterias.
Tipos de vaginitis
Existen varios tipos de vaginitis, que afectan de una forma u otra según su origen y naturaleza. Los principales tipos que existen son:
🡆 Vaginitis bacteriana
Este tipo de infección vaginal, está directamente relacionada con las enfermedades de trasmisión sexual o con una higiene inadecuada. En ocasiones puede aparecer de manera asintomática y es muy común en mujeres de entre 15 y 45 años.
🡆 Vulvovaginitis candidiásica
La candidiasis -producida por el hongo candida albicans.-, fomenta un aumento de hongos en la zona vulvovaginal produciendo picazón, irritación o alteraciones en el flujo.
🡆 Tricomoniasis
Está producida por un parásito llamado trichomonas vaginalis que se trasmite a través de las relaciones sexuales. Generalmente los hombres desconocen que padecen la enfermedad hasta que la mujer tiene síntomas de vaginitis.
🡆 Vaginitis viral
Es una de las causas más comunes de vaginitis producida por algún tipo de virus como el herpes simple o el virus del papiloma humano (VPH). Los síntomas en estos casos son visibles y más fáciles de detectar.
¿Cuáles son las causas de la vaginitis? ¿Es contagiosa?
Existen diversas causas y muy variadas que pueden desencadenar este tipo de infección, a continuación recogemos las más comunes:
- Por infección. Generalmente las bacterias son las principales causantes de las infecciones en el ecosistema vaginal, aunque también pueden tener un origen viral.
- Por reacciones alérgicas. La vaginitis también puede estar causada por una reacción alérgica a un medicamento, al látex de los preservativos, a los ingredientes de los lubricantes, la ropa interior o diversos productos para la higiene íntima.
- Uso de anticonceptivos (DIU, píldora, etc.)
- Higiene deficiente. El equilibrio de la flora vulvovaginal es muy delicado y una mala higiene puede ser el origen de todo tipo de infecciones.
- Cambios hormonales. Las alteraciones hormonales afectan directamente al equilibrio de la vagina. Sobre todo en mujeres menopáusicas cuando se produce un descenso de los niveles de estrógenos.
Es necesario destacar que la vaginitis no es una enfermedad de trasmisión sexual, pero sí puede estar causada por alguna ETS.
Síntomas más comunes de la infección vaginal
Los síntomas comúnmente asociados con la vaginitis son los siguientes:
- Flujo abundante y anormal (más espeso y color distinto al habitual).
- Mal olor.
- Exceso de picor en la zona sobre todo por la noche y después de mantener relaciones sexuales.
- Sangrado leve.
- Molestias y dolor al orinar.
- Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia)
¿Cuándo debo acudir al ginecólogo en caso de vaginitis?
Ante los primeros signos de alarma –flujo vaginal inusual, picores, irritación o mal olor-, será necesario acudir a un especialista para realizar un examen exhaustivo y determinar el origen de la infección. Un buen diagnóstico es clave para frenar la vaginitis, de ello dependerá la efectividad del tratamiento elegido. El proceso diagnóstico más habitual consiste en un examen pélvico además de la toma de una muestra de mucosa o tejido.
¿Cómo podemos aliviar esta infección vaginal? Tratamientos
Estos medicamentos pueden administrarse de forma oral o a través de supositorios vaginales.
Cuando hablamos de síntomas asociados a la menopausia y la baja producción de estrógenos es muy común el uso de cremas de estrógenos y, en el caso de una reacción alérgica, el tratamiento deberá incluir antihistamínicos.
Y recuerda, ante cualquier duda, consulta siempre con tu médico o especialista. La automedicación está totalmente desaconsejada en estos casos.
Consejos para prevenir esta infección del ecosistema vaginal
Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta para evitar la vaginitis es cuidar la higiene íntima para impedir un desequilibrio en la flora vaginal. Desde Arnott Ginecólogos te mostramos algunos hábitos muy sencillos que debes aplicar en tu día a día para aliviar los síntomas y evitar que el problema vuelva a aparecer.
- Utiliza ropa interior de algodón. Evita los tejidos sintéticos, estos materiales son totalmente desaconsejables porque fomentan la humedad y el calor en la zona.
- Cuando vayas al baño, límpiate de adelante hacia atrás. Así evitarás que las bacterias del ano puedan trasmitirse a la vagina.
- Si puedes, evita el uso de tampones, compresas, jabones o desodorantes perfumados, etc. Trata de incluir en tu rutina diaria productos naturales que respeten el pH vaginal.
- No realices lavados vaginales. Este tipo de baños pueden perturbar aún más la zona. Cuando te duches, hazlo de forma superficial y externa, después enjuágate bien con agua y seca bien la zona.
- Cuidado con los jacuzzis, las bañeras o las piscinas. El cloro disminuye la acidez natural de la zona genital y favorece la aparición de bacterias.
Si tienes dudas, somos tu clínica ginecológica en Asturias. ¡Llámanos, te atenderemos encantados!