Es bastante frecuente que a las mujeres nos aparezcan de vez en cuando pequeños bultos en la zona vaginal. La mayoría de las veces son protuberancias sin importancia causadas por acné vaginal, vello púbico enquistado tras una depilación, quistes sebáceos o glándulas sudoríparas bloqueadas. Sin embargo, otras veces puede tratarse de verrugas genitales.
¿Qué son las verrugas genitales?
Las verrugas genitales son pequeñas protuberancias blanquecinas o de color carne con forma de coliflor que aparecen en la piel que rodea la zona íntima, genital y anal. La mayoría son benignas y de carácter temporal, aunque también pueden resultar altamente contagiosas si se han transmitido por vía sexual. Una persona que tenga verrugas genitales tiene un 70% de posibilidades de infectar a su pareja si mantienen relaciones sexuales.
¿Por qué se producen las verrugas en la zona genital?
Una de las causas de las verrugas genitales puede ser el Virus del Papiloma Humano (también conocido como VPH), una infección más común de lo que creemos. De hecho, algunos estudios afirman que más del 80% de la población con una vida sexual activa contraerá el VPH alguna vez. Estos datos se unen a los de la OMS, que calcula que el 67% de población mundial menor de 50 años ya está infectada por el virus del herpes simple tipo 1.
Aunque el 90% de estas verrugas acaban desapareciendo por sí mismas gracias a las defensas de muestro propio sistema inmunológico, resulta fundamental mantener siempre bajo control la evolución de las verrugas genitales, con el fin de evitar el desarrollo de enfermedades más graves.