¿Te explicaron alguna vez cómo es un parto? Muchas mujeres a punto de parir os enfrentáis a un mundo desconocido, aunque actualmente con la preparación al parto, vais algo más informadas. De hecho, en la actualidad os preparan para tener un parto más llevadero, os enseñan cómo controlar los dolores, cómo respirar e incluso cómo coordinar los pujos, entre otras cosas.
Pero, ¿cómo es realmente un parto?
Sin embargo, pienso que sería interesante ir un poco más allá con el objetivo de que conozcáis con más detalle lo que realmente os vais a encontrar y a lo que os vais a tener que enfrentar durante el parto, por ejemplo, dónde va a ser y quiénes os van a ayudar a que todo salga bien en ese momento tan importante de vuestra vida.
A lo largo de este post y a través de mi experiencia como ginecóloga en Oviedo, que ha asistido a múltiples partos y como mujer, que ha parido dos veces, os quiero dar a conocer todos los pasos que vas a tener que andar y todas las vivencias que tendrás, desde que llegas al hospital hasta que, por fin, puedas ver la cara de tu bebé recién nacido ¿me acompañas en este fascinante viaje?
Llegada al hospital: paso a paso de un parto
Todo el trascurso de la gestación es un periodo en el que nos invade la preocupación, pero a la vez también la alegría, hasta que entramos en una última fase en la que los sentimientos de temor a lo desconocido, al dolor y a que todo salga bien, toman en mando. Sin embargo, es importante, una vez que se llega al hospital, confiar en los profesionales que nos acompañan y seguir sus instrucciones en todo momento.
Fases del parto
En la sala de dilatación
Es habitual que no encontremos caras conocidas (a mí no me paso porque trabajaba allí), por lo que en ese momento surge la primera desconfianza. Aunque poco a poco tú confianza va en aumento, a medida que vas conociendo al personal allí destinado y que estará pendiente de ti.
Empezarás a sentir contracciones dolorosas
Aunque sean muy molestas y el dolor vaya creciendo a medida que pasen las horas ¿te han explicaron que son muy necesarias y para qué sirven? Las contracciones son un elemento fundamental, de hecho, son el motor del parto, ya que sin ellas el nacimiento por la vía natural no sería posible, pero ¿sabes dónde se originan y cómo se desplazan? Normalmente la contracción uterina se origina en el fondo de tu útero y se va desplazando de una manera helicoidal por el mismo. Esto es así porque el feto tiene que avanzar hacia la salida y para conseguirlo ha de realizar una serie de movimientos dentro del útero, como si fuera un tornillo, con la finalidad de adaptar sus medidas a las medidas de tú pelvis.
Sin embargo, tu hijo no solo avanza, sino que a veces también se flexiona, rota y se extiende para que el progreso sea adecuado. Durante todo este tiempo estas monitorizada y estás escuchando el toc-toc de los latidos de tu bebé. A veces, este repiqueteo se puede volver angustioso porque puede variar su frecuencia.
Entran en la sala las matronas y los médicos
Cuando llega el personal que te va a atender suelen hablan entre sí y eso genera angustia y desasosiego en ti, pero tranquila, que ellos saben lo que hacen. Por lo general, tú sigues sin enterarte muy bien de lo que pasa y te sientes nerviosa, debido al desconocimiento que tienes de la situación. Sin embargo, la cosa se calma y te vas tranquilizando, aunque sigas preocupada.
Llega la hora de empujar
Después de muchos tactos, de enemas, de ponerte de lado etc., llega la hora del expulsivo y toca empujar. Dependiendo de la matrona, hombre o mujer, que te toque, te puede ayudar a empujar indicándote cuándo hacerlo. Así que cuando escuches “empuja” hazlo tal y como te enseñaron en las clases de preparación al parto junto el apoyo y aliento de tu pareja para que ese niño vaya haciendo sus movimientos de rotación y extensión, y pueda atravesar esa carretera, que es el canal del parto. Entre tus pujos, sigue el toc-toc de la monitorización mientras tú, sigues luchando para que el niño salga lo antes posible y bien.
Por fin llegó el momento, así que debes ponerte en posición y agarrarte bien a las barras para cuando te venga el dolor empujar una y otra vez. Mientras tú te encuentras congestionada, viendo todo lo que está pasando en la sala de partos con los médicos, matronas y auxiliares, el bebé está cavando su tránsito para salir y escucharás frases como “Ya se le ve la cabeza solo unos pujos más”.
El nacimiento de tu bebé
Ya nace el niño y tu preocupada porque no llora hasta que, por fin, se escucha el tan esperado llanto, pues tu hijo ha llegado a un mundo lleno de luces y ruidos muy distinto a la tranquilidad de su última vivienda, tu útero. Sin embargo, no todo acaba aquí. Es el momento de hacer salir la placenta, revisar el canal del parto y de coser tu episiotomía, si es que la necesitaste
Conclusión
Aunque antes y durante el momento del parto nuestro cuerpo y mente son una maraña de dolor, preocupación y miedo por el “qué va a pasar”, nada de todo eso importa cuando, por fin, tienes a tu hijo en el regazo, le ves la carita y disfrutas de ese momento único y mágico que es el llamado piel con piel. Tras leer este post, seguro que ya habrás podido visualizar un poco mejor todo lo que ocurre una vez que llegas al hospital. Pero no te preocupes, porque todos los profesionales que estarán presentes durante todo tu periodo de gestación, desde los que controlan tu embarazo en Arnott Ginecólogos hasta quienes estarán contigo en la sala de partos, participando de ese momento tan importante, te irán explicando cada paso transmitiéndote toda la confianza y tranquilidad que necesitas.