¿Qué mujer no ha notado alguna vez los habituales nervios instalados en el estómago e incluso cierto temor al acudir al ginecólogo para someterse a la citología vaginal de rutina, también conocida como prueba de Papanicolau? Pues seguramente que la mayoría. De hecho, un alto porcentaje de mujeres evita pasar por dicho control, ya sea por miedo a recibir una mala noticia, sufrir dolores y molestias o vergüenza a ser exploradas por un desconocido.
¿Sabías que el cáncer de cuello uterino es el segundo cáncer más frecuente en mujeres después del de mama en el mundo? Aproximadamente se diagnostican 500.000 nuevos casos al año. Solo en España fallecen unas 550 mujeres al año por esta causa. Pese a que en nuestro país la tasa de supervivencia supera la media europea y a que los tratamientos han evolucionado de forma considerable en los últimos tiempos, es importante dejar claro que realizarse esta prueba, al menos una vez al año, salva vidas: ayuda a prevenir, detectar y obtener un diagnóstico precoz de posibles enfermedades oncológicas o de transmisión sexual.
Si quieres saber en qué consiste la citología o prueba de Papanicolau, por qué es necesario realizarla, qué enfermedades es capaz de detectar o qué factores he de tener en cuenta antes de pasar por una citología vaginal, ¡toma nota! Desde Arnott Ginecólogos te expondremos cada uno de dichos puntos.
¿En qué consiste y quién debe someterse a una citología vaginal?
Una citología vaginal o prueba de Papanicolau es un examen ginecológico que consiste en extraer células del cuello uterino mediante un raspado suave con un cepillo especializado en el cérvix, que no produce dolor y que permite detectar a tiempo un posible cáncer de cuello uterino, de cérvix e incluso enfermedades de transmisión sexual sobre las que profundizaremos más adelante.
Entre las preguntas más frecuentes que se suelen plantear respecto a la prueba de citología vaginal destacan dos: cuándo empezar a realizarla y quién debe someterse a ella. Los médicos especializados en ginecología recomiendan realizarla en estos casos:
- La edad media para comenzar suele ser los 21 años. Hasta los 29 años se recomienda repetirla cada 3 años.
- Desde el momento en que se empiezan a mantener relaciones sexuales. La razón es que algunos cánceres se asocian a una previa infección por el VPH, que se puede transmitir mediante las relaciones sexuales.
- En el caso de tener una vida sexual muy activa o si has tenido diversos compañeros sexuales.
- El resultado de pruebas anteriores ha dado positivo. Es decir, siempre que se haya dado positivo en controles previos o haya antecedentes de enfermedades oncológicas de cuello de útero o de transmisión sexual.
- Existen verrugas genitales a causa del Virus del Papiloma Humano (VPH).
- Tienes más de 65 años y tus exámenes anteriores fueron positivos. A partir de esta edad se suele dejar de hacer el Papanicolau, salvo si se han obtenido resultados positivos en los últimos exámenes.
¿Qué enfermedades se pueden detectar mediante la prueba del Papanicolau?
La exploración vaginal que se practica mediante la citología no suele durar más de un minuto, por lo que no se considera una prueba dolorosa, aunque sí generar incomodidad o molestia en algunas mujeres. Sin embargo, es una prueba de importancia vital que ayuda a detectar si tenemos células anormales dentro de nuestro cuello de útero o cérvix. Las enfermedades o los resultados anormales que una citología vaginal puede descubrir son los siguientes:
- Cáncer de cérvix.
- Cáncer uterino.
- VPH o Virus del papiloma humano.
- Avisa del riesgo de progresión de cáncer cervical.
- Vaginiosis bacteriana.
Aunque obtener un resultado positivo puede generarnos ansiedad y temor a sufrir cáncer, no significa necesariamente que lo vayamos a tener. De hecho, puede que se trate tan solo de una infección o de una inflamación que se puede curar aplicando el tratamiento adecuado. En el caso de que tu ginecólogo detecte alguna de las enfermedades mencionadas es imprescindible realizar nuevas pruebas complementarias para conseguir un diagnóstico precoz e iniciar cuanto antes el tratamiento que necesites.
¿Cómo debo prepararme para realizar una citología vaginal?
Los ginecólogos consideramos esencial que cumplas algunas pautas antes de que te sometas a la prueba de Papanicolau. Así, el resultado de la citología sea 100 % verosímil y no se verá alterado por ningún aspecto externo. Estas son algunas de las recomendaciones médicas que deberías seguir:
- Acude a la citología vaginal 4 o 5 días después de haber finalizado la regla.
- No mantengas relaciones sexuales hasta 48 horas antes.
- No apliques tratamientos de óvulos, cremas o espermicidas los días previos a la prueba.
- No realices lavados internos.
Es necesario sobreponernos a ciertos tabúes y desprendernos de los miedos que nos provoca la realización de la citología vaginal en favor de nuestra salud. De esta forma podremos prevenir o detectar a tiempo la aparición células anormales que puedan desencadenar enfermedades de trasmisión sexual o casos de cáncer invasivo de cuello uterino.
Por eso es tan importante que hagas la prueba de Papanicolau cada año. La prevención y la detección precoz de la enfermedad salva vidas. ¿Cuánto tiempo llevas sin hacerte la prueba? Si la respuesta es “mucho”, desde Arnott Ginecólogos te recomendamos que pidas cita a tu ginecólogo, cuánto antes.
Si tienes más dudas llámanos 985 271 320 y concierta una cita, estamos deseando ayudarte a obtener los cuidado que necesitas y promover la Salud de la Mujer.