La zona íntima de la mujer sufre importantes cambios a lo largo de la vida. Además del paso del tiempo, tras el parto vaginal, el suelo pélvico y la vagina sufren alteraciones como es la hiperlaxitud vaginal, también conocida como relajación vaginal.
Tras dar a luz, existe una pérdida de tensión en las paredes vaginales, que generan una sensación de ensanchamiento. Aunque no es un problema grave o doloroso, origina problemas durante las relaciones sexuales, incluso pérdidas leves de orina.
Hoy te contamos en profundidad las causas de este síndrome y algunos hábitos para prevenirlo. ¡No pierdas detalle!
¿Qué es la hiperlaxitud vaginal?
La laxitud vaginal es un trastorno realmente frecuente entre las mujeres. Este síndrome consiste en el aumento de la anchura de la vagina, es decir, las paredes vaginales pierden tensión y firmeza provocando una pérdida de la sensibilidad sexual y en determinadas ocasiones, incontinencia urinaria. El diagnóstico es aún algo controvertido, ya que, aunque existe una exploración física por parte del médico especialista, es necesario seguir y observar las sensaciones y síntomas de la propia paciente.
En el caso de mujeres que utilizan tampones o copa menstrual, apreciarán que el tamaño de los mismos deja de ser el adecuado saliéndose de las zonas más externas de la vagina, provocando incomodidad y malestar.
¿Por qué se produce distensión vaginal tras el parto?
El origen de este problema puede tener diferentes factores, aunque el parto vaginal es la causa principal de su aparición. Sobre todo, cuántos más partos vaginales haya tenido una mujer, mayores serán las probabilidades de padecer el diagnóstico.
Otros posibles motivos pueden ser:
- Es importante mencionar que no solo los partos vaginales, generan ese síndrome. El embarazo en sí – aunque tenga un parto por cesárea-, también puede producirlo como consecuencia de una sobrecarga del suelo pélvico durante los meses de gestación.
- Afecciones relacionadas con la formación de los tejidos, como sufrir alteraciones en la producción de colágeno o la diabetes.
- También algunas enfermedades que generan una sobrecarga en la zona como por ejemplo la obesidad.
- Ciertos deportes que tienen una incidencia directa en el suelo pélvico.
¿Cómo afecta la relajación de la vagina tras el parto?
Generalmente, la hiperlaxitud vaginal no supone inconvenientes importantes para la mujer, salvo en casos graves, donde las cifras son menores. Pero, aunque no exista gravedad o dolor constante, la relajación vaginal si tiene consecuencias sobre la vida de muchas mujeres, estas son los principales síntomas:
- Problemas y malestar durante las relaciones sexuales. Además de la falta de sensibilidad y pérdida de calidad en las relaciones sexuales, la distensión vaginal también provoca dolor durante el coito (dispareunia femenina)
- Incontenencia urinaria. Aunque las pérdidas de orina no siempre acompañan a la hiperlaxitud vaginal, si son muchas las mujeres que lo sufren y esto es debido a una alteración de los músculos de la zona que pueden llegar a impedir una correcta apertura y cierre de la vagina.
