¿Es normal manchar la ropa interior y tener flujo vaginal? ¿Cuánto es mucho flujo? ¿Se deben usar protege slips para frenarlo? El flujo vaginal -también conocido como moco vaginal-, es en ocasiones un tema tabú para la sociedad, y en especial para las mujeres. El desconocimiento y la escasa educación menstrual lo convierten en una verdadera incógnita que hoy trataremos de despejar.
¿Qué es el flujo vaginal?
La finalidad y el objetivo del flujo es proteger todo el aparato genital (vagina, entrada al útero, vulva, etc.). Se trata de un fluido cargado de bacterias beneficiosas que mantienen la zona limpia, humificada y libre de infecciones. Cuando hay ausencia de este flujo pueden aparecer inconvenientes y problemas en la zona, por ello es determinante conocer y descubrir el por qué. Al contrario de lo que se puede llegar a creer, el flujo vaginal no tiene nada que ver con la lubricación ya que cumplen funciones muy distintas. Si el flujo tiene la misión de limpiar y proteger de posibles infecciones, la lubricación es un fenómeno que se produce a nivel genital durante la excitación sexual y que aumenta el riego sanguíneo facilitando la penetración.
¿Qué entenderíamos por flujo normal en una mujer?
Aunque cada cuerpo es distinto, podríamos marcar unos parámetros que serían; de 2 a 5 ml de flujo vaginal -al día-, de color transparente o blanco y generalmente inodoro.
Alteraciones del flujo:
En cambio, existen tres clasificaciones que sí debemos considerar como anormales o alteraciones del flujo:
Flujo color marrón o con restos de sangre
Cuando de repente el flujo es de color marrón o aparecen restos de sangre (cuando no hay menstruación) y viene acompañado de dolor al orinar o ardor, puede tratarse de una infección por gonococo.
Flujo amarillo o de color verdoso
Si el color del flujo vaginal se vuelve amarillo verdoso, podría tratarse de Tricomoniasis (ETS). Otros síntomas que puede acarrear es picazón, irritación o dolor durante las relaciones sexuales. Cuando aparezcan, es necesario acudir con la mayor rapidez a un ginecólogo en Oviedo o tu zona más cercana.
Flujo blanquecino y grumoso
Cuando el fluido es blanco o transparente es un signo positivo y saludable, pero en cambio, cuando la consistencia cambia y aparecen grumos, podría indicar un problema de candidiasis o una alteración de la flora vaginal.
Cambios del flujo vaginal durante el ciclo menstrual
Durante el ciclo menstrual se producen una serie de cambios (más elástico, cremoso, etc.) en el flujo vaginal. Se trata de algo habitual y que ocurre a través de las diferentes etapas del ciclo. Estos cambios aportan también información sobre la ovulación de cada mujer y se producen por la alteración de hormonas que controlan el ciclo.
Estos son algunos de los cambios en el flujo vaginal normal a lo largo del ciclo:
- Antes de la menstruación: disminuye la cantidad.
- Ovulación: aumento en la cantidad, el flujo es de color transparente y con mayor elasticidad.
- Después de la menstruación: flujo casi ausente.
Por otro lado, los anticonceptivos hormonales -como la píldora-, pueden provocar sequedad a lo largo de todo el ciclo menstrual, por ello en ocasiones serán necesarios otros productos alternativos para mantentener lubricada la zona.
¿Qué ocurre con el flujo durante el embarazo?
Generalmente, la secreción vaginal durante el embarazo es transparente o blanquecina y casi inodora. Su volumen aumenta debido al cambio hormonal y la fabricación del tapón mucoso que protege a la matriz contra infecciones vaginales y uterinas.
Durante el segundo trimestre y en ocasiones, después de mantener relaciones sexuales o tras una visita ginecológica, puede aparecer un flujo asalmonado ocasionado por la sensibilidad de la zona. Si este color rosado dura más de 24 horas será importante acudir al médico para realizar una revisión. En la fase final, durante las últimas semanas de embarazo, este se vuelve más pegajoso, inodoro y que puede transformarse en color asalmonado o con hilos de sangre. Está ocasionado principalmente por la pérdida progresiva del tapón mucoso.
Secreciones vaginales atípicas: ¿cuándo debemos preocuparnos?
Los cambios de forma, color y olor en el fluido cervical pueden indicar un problema hormonal o de una posible infección. Algunos signos preocupantes de secreción anormal son:
- Consistencia: inusualmente delgada, o gruesa y más texturizada/gruesa.
- Color: gris, verde, amarillo o marrón.
- Volumen: aumento importante o repentino.
- Olor: metálico, a similar al pescado.
Higiene y consejos para prevenir futuras infecciones
Higiene diaria
La vagina cuenta con un sistema propio de autolimpieza, por ello las duchas vaginales no están recomendadas y pueden afectar de forma negativa a la flora. En cuanto a la zona genital, la vulva es ácido (a diferencia del resto del cuerpo que es pH neutro), esta es la principal razón por la que debe lavarse con geles especiales y nunca con jabón o gel corporal.
Adiós, protege slips
Son totalmente contraproducentes ya que, en vez de frenar el exceso de flujo, aumentan la secreción y puede venir acompañado de picores o irritación. No deben utilizarse en ningún caso diariamente. La opción más recomendable será cambiar de manera recurrente la ropa interior u optar por salvaslips de tela que dejen transpirar la zona.
¡Hola copa menstrual!
El primer paso para evitar problemas con el flujo vaginal será evitar el uso de tampones. La mayoría contienen productos tóxicos que resecan la vagina, alterando el pH. Gracias a la novedosa copa menstrual se evitan infecciones, irritaciones, picores, candidiasis, etc.
La ropa interior siempre de algodón
Es fundamental evitar la ropa interior elaborada con materiales sintéticos o de poliéster ya que no favorecen el ph, sino que puede ocasionar futuras molestias. ¿La mejor alternativa? El algodón natural.
Relaciones sexuales de forma segura
A la hora de mantener relaciones sexuales es importante protegerse contra enfermedades de trasmisión sexual (ETS), ya que muchas de ellas son las responsables de infecciones sobre el flujo vaginal.